El momento óptimo para iniciar una reclamación judicial
En caso de impago de una deuda, la demora en la reclamación se puede convertir en la imposibilidad de encontrar al deudor; o en la dificultad de percibir la cuantía adeudada. En estos casos, sin lugar a dudas, el tiempo es el gran aliado del deudor. Por ello, siempre recomendamos iniciar lo antes posible el procedimiento de reclamación; pues debemos tener en cuenta que el cliente que no paga, deja de ser nuestro cliente para convertirse en nuestro deudor.
Cabe destacar que las diversas regulaciones de nuestro ordenamiento jurídico establecen plazos de prescripción, en relación a la reclamación judicial de las deudas; que van desde el año hasta los quince años, dependiendo de su naturaleza.
Todo acreedor debe tener en cuenta antes de reclamar una deuda judicialmente que es recomendable averiguar qué ha sucedido; ya que puede tratarse de un simple error.
Antes de la Reclamación Judicial de la deuda
Debemos saber que acudir al juzgado, en ocasiones, no es la mejor forma de solucionar un conflicto dinerario. En primer lugar, lo más óptimo es reclamar extrajudicialmente al deudor antes de interponer una demanda judicial y conceder un plazo prudencial de pago; intentando llegar a algún acuerdo que nos permita liquidar la deuda pendiente.
En esta negociación, existe la posibilidad de confeccionar un calendario de pagos o conceder un tiempo de espera en función de la necesidad del cliente. No obstante, esta fase no es obligatoria y, con la primera factura impagada podría acudirse directamente a la vía contenciosa.
La vía Judicial de Reclamación de Deudas
Si la vía extrajudicial no diera sus frutos, por la razón que fuere, entraríamos dentro de la esfera judicial donde, para que dicha reclamación pueda prosperar, deben existir pruebas y documentos que nos permitan acreditar que realmente esa deuda existe. Sin ellos, difícilmente prosperará esta reclamación.
Recalcar, que hay que ser diligente antes de interponer una demanda y lo más viable seria tener un principio de garantía que nos permitiera saber si realmente existen o no posibilidades de cobro; ya que a veces puede costar más esfuerzo cobrar una factura que los servicios realizados.
En resumen, y como regla general, podemos entender que el momento óptimo para iniciar una reclamación judicial es justo después de haber agotado la vía extrajudicial; la cual debe haberse iniciado inmediatamente tras el impago, y debe durar alrededor de treinta días. Si en el plazo de un mes no conseguimos cobrar la deuda ni formalizar un calendario de pagos, nos encontramos en el momento óptimo para iniciar la demanda judicial.
En Tarinas Viladrich Advocats disponemos de un equipo especializado en reclamación de deudas. Nos avalan más de 20 años de experiencia en la gestión de impagados.
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