Los Bancos comercializaban las “hipotecas tranquilidad” como una seguridad para el cliente, pero en realidad la seguridad era para ellos.
La entidad bancaria Banesto, ahora Banco Santander, comercializó durante el año 2007; un producto llamado “hipoteca tranquilidad”, que consistía en contratar un préstamo con garantía hipotecaria, generalmente para adquirir la vivienda habitual. Hasta aquí nada resulta extraño, lo curioso del caso está en el término “tranquilidad”, que se empleaba para convencer a los clientes del Banco, a fin de que contrataran dicho préstamo; pues el mismo Banco lo vendía como un producto estable para el cliente y, por lo tanto, seguro.
Nada más lejos de la realidad, dado que de “tranquilidad” no había ninguna para el cliente. En todo caso, la “tranquilidad” era para el Banco, pues se aseguraba la entidad; que el préstamo concedido fuera especialmente rentable para ella. Lo que se ofrecía al cliente era que; durante los diez primeros años de la vida del préstamo, se pagara un tipo fijo que podía ir de un cinco a un seis por ciento, por lo que el cliente veía que tenía un préstamo “estable” y adecuado a sus necesidades, que era no pagar una cuota muy alta.
Amortizar el máximo de capital del préstamo hipotecario.
Debemos situarnos en el contexto y es que, en el año 2007; el Euribor estaba muy alto. Además se ofrecía a personas jóvenes, lo que propició que muchos se decidieran a contratarlo.
El verdadero problema de este tipo de producto era que; durante esos primeros diez años que el cliente estaba apacible, éste abonaba su cuota de préstamo la cual estaba compuesta por más intereses que capital, es decir, apenas estaba amortizando y lo que pagaba realmente eran intereses. Lo que era un negocio redondo para el Banco, puesto que todo cliente; lo que pretende es amortizar el máximo posible el capital del préstamo, y pagar la menor cantidad de intereses.
Es necesario hacer mención al hecho que la entidad financiera tenía expectativas, o podía prever, que el Euribor tendría una tendencia en descenso, pero a pesar ello, comercializó un producto para “prevenir” lo efectos de la subida del Euribor.
La gran sorpresa para los clientes que se aventuraron en dicho producto es; que después de diez años pagando su cuota, y cumpliendo religiosamente con sus obligaciones, se dieron cuenta que en realidad les quedaba casi todo el capital del préstamo que habían solicitado. Por este motivo, algunos han decidido acudir a la vía judicial para solventar dicha controversia.
Finalmente, los Tribunales han decidido considerar que este producto resulta totalmente abusivo; declarando nulas las cláusulas del préstamo relativo al tipo de interés, o el sistema de amortización, entre otras.
Si a usted o algún conocido le han comercializado una “hipoteca tranquilidad”; no dude en ponerse en contacto con Tarinas Viladrich Bufete, para resolver sus dudas y poder devolverle la tranquilidad que durante tanto tiempo había anhelado.
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