La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (en adelante “SAREB”) optó por la judicialización del recobro de los créditos que obtuvo a raíz de su creación para recuperar las promociones inmobiliarias fallidas a raíz de la crisis económica de la última década.
Esto es, para recuperar muchos de los créditos que la sociedad adquirió sin garantías, y con escasa información sobre su procedencia. En muchos casos procedían de diversidad de fusiones financieras dificultando así la obtención de información sobre los mismos. La entidad gestora optó por acudir a la justicia en una vía más ágil de lo habitual.
Trece mil procedimientos abiertos
Actualmente la SAREB tiene unos trece mil procedimientos abiertos ante los juzgados españoles. En muchas de estas reclamaciones, la SAREB pretendió el embargo de los bienes de los accionistas de las entidades de crédito que avalaron los créditos no cobrados.
De este modo, la estrategia judicial que ha seguido esta entidad de reestructuración bancaria ha sido optar por la rapidez y la celeridad. No obstante, los juzgados de primera instancia están empezando a denegar estas peticiones de la entidad, tachándolas de mala fe procesal, y obligándoles a seguir el procedimiento civil ordinario de reclamación de deuda, el cual puede tener un coste temporal mucho más elevado.
Además, la sociedad se encuentra con otra dificultad añadida que consiste en la imposibilidad que establece la doctrina del Alto Tribunal español; según la cual no pueden reclamarse garantías procesales a avalistas o fiadores si los mismos no tenían una participación significativa en la sociedad extinguida.
Deudores solventes
A pesar de todo ello, la propia entidad reconoce que solo utilizan esta estrategia procesal ante la posibilidad de llegar a un deudor solvente. En caso contrario, como ya han manifestado en alguna ocasión, lamentan que la mayoría de sociedades que tuvieron que recuperar fueron entidades mercantiles creadas exclusivamente para cada proyecto inmobiliario concreto. Pues todo ello les dificulta la recuperación de recobro de créditos de todas estas sociedades promotoras.
Por último, destacar que la SAREB también ha llegado a denunciar indicios de operaciones fraudulentas debido a todas estas actuaciones que ha ido destapando.
En definitiva, los tribunales están empezando a negar a la SAREB sus intentos de agilizar la recuperación de los créditos inmobiliarios que obtuvo en el momento de su constitución; provenientes de todas las promociones inmobiliarias fallidas a raíz de la crisis económica.
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