Ciertas franquicias de clínicas dentales ofertan sus servicios por un precio adaptado al cliente. Ahí empieza la pérdida de derechos para el consumidor.
La crisis económica ha propiciado que las familias vean como su poder adquisitivo ha disminuido. Para combatir dicha circunstancia no queda otra que acudir a profesionales que oferten sus servicios a un precio más barato, asequible para cualquier bolsillo. No obstante, la calidad no suele estar reñida con el precio.
Concretamente hablamos en este artículo de ciertas clínicas dentales que se encuentran organizadas mediante franquicias, en las cuáles ofrecen tratamientos dentales, más baratos que en otras clínicas convencionales, a cargo de que el cliente, sin saberlo de buenas a primeras, asuma los riesgos y pérdida de derechos por la rebaja en el precio.
En la práctica esto conlleva que los clientes deban solicitar un préstamo a una entidad financiera, que colabora con la clínica dental, para que financie el tratamiento en cuestión. Una vez percibido el dinero, la clínica dental no realiza el tratamiento, evitando al cliente, o bien, realiza el tratamiento de forma parcial; en el peor de los casos, se realiza un tratamiento de forma negligente.
El caos para el cliente empieza cuando, cansado de que la clínica no responda, decide prescindir de sus servicios. Es el momento en que la financiera actúa también.
En definitiva, el cliente por abonar un precio más “económico” y adaptado a su bolsillo, ve como no se le realiza el tratamiento odontológico solicitado y debe seguir abonando las cuotas.
Si usted también es uno de estos afectados, o cree que puede serlo, y necesita más información puede contactar con nosotros, estaremos encantados de atenderle:
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